Los equipos de alto rendimiento tienen un importante grado de cohesión, entendimiento compartido y un sentido de confianza en el equipo o eficacia colectiva. En otras palabras, incluso los equipos repletos de jugadores estrella necesitan vincularse, establecer mecanismos de coordinación y desarrollar una creencia colectiva del potencial de la unidad para tener éxito.
Una investigación, realizada por expertos con máster en psicología deportiva, demostró que, en el caso de los equipos de fútbol universitarios, el alto rendimiento tiene su origen en el establecimiento de la cohesión de la tarea, así como en las relaciones sociales positivas (cohesión social) entre los propios compañeros.
Modelos de cohesión en el ámbito deportivo
La cohesión en los equipos de alto rendimiento deportivo se desarrolla a través de dos modelos de la psicología deportiva:
Cohesión de la tarea
Los grupos de trabajo sólo se convierten en equipos cuando comparten un sentido de propósito y objetivos colectivos claramente definidos. En consecuencia, el primer paso para desarrollar la excelencia de un equipo consiste en establecer objetivos de equipo de calidad (específicos, medibles, alcanzables, realistas y oportunos). Además, los entrenadores y los profesionales deben asignar responsabilidades de tareas específicas a cada miembro del equipo para que todos los jugadores se sientan motivados a contribuir al equipo.
Cohesión social
El establecimiento de vínculos sociales es esencial para desarrollar un sentido de confianza y apoyo mutuo necesario para los equipos de alto rendimiento. Los compañeros de equipo deben ofrecer un apoyo genuino y complementar los aspectos positivos de la persona y el rendimiento de cada uno para fomentar el desarrollo de la cohesión social. Los entrenadores y los jefes de equipo también deberían promover actividades sociales fuera del entorno deportivo, ofreciendo así la oportunidad de conectar a nivel personal.
Procesos para mejorar el rendimiento
Por otra parte, si bien la cohesión juega un papel fundamental en el rendimiento de los equipos deportivos, también intervienen una serie de procesos que permiten estimular los sentimientos de orgullo y pertenencia al grupo:
Mejora de los vínculos de coordinación
Los vínculos de coordinación representan acciones o esfuerzos sincronizados entre compañeros de equipo y pueden ser de naturaleza explícita o implícita. La coordinación explícita se refiere a la comunicación verbal destinada a facilitar el rendimiento dentro del equipo.
La coordinación implícita se refiere a la capacidad de los compañeros para articular acciones a nivel de equipo sin necesidad de comunicación verbal. Estas heurísticas implícitas son elementos cruciales en los deportes de equipo y deben ensayarse ampliamente hasta que todos las realicen de forma automática.
Compartir recursos
Compartir recursos parece ser una característica de los equipos de alto rendimiento en todos los ámbitos de la actividad humana. Por ello, los entrenadores deben esforzarse por establecer un clima de motivación positivo en el que se fomente la mejora personal, el esfuerzo y el aprendizaje, y en el que los compañeros de equipo se sientan seguros para hablar de sus funciones dentro del equipo y de la estrategia del equipo en su conjunto. Cuando estén disponibles, los entrenadores también deberían incorporar recursos de otros ámbitos (por ejemplo, biomecánica, fisioterapia) en su práctica y análisis del rendimiento, ya que estos conocimientos adicionales podrían marcar la diferencia en una competición de alto nivel.
Dominio de las habilidades
Tanto la confianza en uno mismo como la confianza en el equipo se basan principalmente en el dominio de las habilidades y en las experiencias exitosas. Por ejemplo, el Barcelona, uno de los principales equipos de fútbol europeos, desprende confianza en cada partido gracias a sus jugadores altamente cualificados, como Iniesta y Messi, y a sus logros anteriores, como la conquista de la Liga de Campeones de la UEFA. En consecuencia, los entrenadores y los profesionales deben ser capaces de identificar qué habilidades deben desarrollarse para alcanzar los objetivos del equipo, así como promover un clima de dominio que implica el reconocimiento de las contribuciones únicas de cada compañero de equipo, su esfuerzo y su mejora personal.
Preparación del equipo
Para cualquier atleta preocupado por una próxima competición, la periodización adecuada del entrenamiento es esencial para disminuir la ansiedad, infundir confianza y disminuir la probabilidad de sobreentrenamiento. Del mismo modo, los equipos exitosos necesitan tiempo suficiente para prepararse y garantizar un rendimiento superior. Los entrenadores deben animar a los jugadores de su equipo a trabajar juntos, a discutir las estrategias y tácticas del equipo y a aportar nuevas ideas para desarrollar un fuerte sentido de competencia colectiva.
Conclusión
Los equipos de alto rendimiento dependen de muchos componentes interdependientes. Por lo tanto, para desarrollar equipos de alto rendimiento, los entrenadores y los profesionales deben considerar la dinámica del equipo de manera sistémica, teniendo en cuenta la interrelación entre los diferentes procesos del equipo, incluyendo la cohesión, los modelos mentales del equipo y la confianza del equipo.
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