Vamos a centrarnos en reflexionar durante un pequeño espacio de tiempo. Un espacio que denominamos pequeño únicamente por su dimensión temporal, no por la importancia que éste contiene. ¿Sabemos, conocemos o valoramos qué significa importante en nuestra vida?, ¿son las cosas importantes las que gestionan o controlan nuestra vida? ¿Creemos saber qué es importante?, o ¿Pensamos que sabemos creer que es importante para nosotros en nuestra vida? Atendamos de esta misma manera, lo que para nosotros significa importante.
¿Realmente se sabe qué es lo importante? Los pequeños detalles marcan la diferencia
Lo importante, supuestamente condiciona nuestros días. El conjunto de estos es lo que denominamos vida. Este condicionamiento lo entendemos como el responsable de la dirección que tomamos en función de un beneficio, de una evolución personal, para así conseguir un mayor grado de satisfacción y así experimentar lo que se denomina, un mayor bienestar. Pero, ¿verdaderamente nuestra vida es gestionada gracias a aquellos elementos que denominamos como altamente importantes?, o, por el contrario, ¿nos centramos en alimentar un pensamiento que se centra en aquello que es posible que alivie una situación, que en mi presente me causa insatisfacción, malestar o sufrimiento?
¿Cómo nos instruyen las experiencias?
Las experiencias de nuestra vida, son aquellas que verdaderamente nos enseñan a vislumbrar los detalles marcan la diferencia. Hace tiempo, una persona continuamente me repetía y me repitió: “los pequeños detalles son los que marcan la diferencia”. Y aquí mi pregunta, ¿en qué me centro yo?
Volvamos al inicio. Si hemos mencionado que los pequeños momentos los denominamos pequeños por su espacio en el tiempo y, no por la importancia que ellos detonan, he aquí la clave de nuestra evolución como personas. Centrar nuestra energía en aquello que despierta un pequeño detalle en nuestro interior, nuestra alma, nuestro ser. Aquel que sea el responsable de marcar un desequilibrio satisfactorio que no podamos describir con palabras corrientes, solo escucharlos para tomar una decisión que condicione nuestra vida en aquella dirección, hacia una mayor satisfacción, hacia ese pequeño bienestar…
Invertir energía en lo que pudo ser, y no en lo que puede ser o, en lo que no es, no marca ninguna diferencia. Invierte en aquel detalle que potencie un destello de luz que le dé sentido a esa diferencia…
Estamos para ayudarte, por esa razón si necesitas ayuda o quieres compartir con un profesional lo que en estos momentos te inquieta, no dudes en ponerte en contacto con nuestro buen psicólogo en Málaga.
0 comentarios